martes, 5 de junio de 2012

Los hombres que no amaban a las mujeres- Stieg Larsson.

LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES:




Harriet Vanger desapareció hace 36 años durante un carnaval de verano en la isla sueca Hedeby, propiedad prácticamente exclusiva de la poderosa familia Vanger. A pesar del despliegue policial, no se encontró rastro de la muchacha de 16 años. ¿Se escapó? ¿Fue secuestrada? ¿Asesinada? Nadie lo sabe: el caso está cerrado, los detalles olvidados.
Pero hay quien sigue recordando a Harriet, su tío Henrik Vanger, un empresario retirado, ya en el final de su vida y que vive obsesionado con resolver el misterio antes de morir.
En las paredes de su estudio cuelgan 43 flores secas y enmarcadas. Las primeras 7 fueron regalos de su sobrina. Las otras llegaron puntualmente para su cumpleaños, de forma anónima, desde que Harriet desapareció.
Vanger contrata a Mikael Blomkvist, periodista de investigación y alma de la revista Millennium, una publicación dedicada a sacar a la luz los trapos sucios del mundo de la política y las finanzas. Mikael no está pasando un buen momento: está vigilado y encausado por una querella por difamación y calumnia. Detrás de la querella está un gran grupo industrial que amenaza con derrumbar su carrera y destruir su reputación. Así que acepta el extraño encargo de Vanger de retomar la investigación de la desaparición de su sobrina e intentar tirar de algún cabo suelto.
Un trabajo complicado para el que recibe el regalo inesperado de la ayuda de Lisbeth Salander, una investigadora privada nada usual, incontrolable, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insólitas cualidades como su memoria fotográfica y su destreza informática.
Así empieza una novela que es la crónica de la guerra interna de una familia, un fresco fascinante del crimen y del castigo, de perversiones sexuales, de trampas financieras, un entramado violento y amenazante entre el que sin embargo crece una tierna y frágil historia de amor. Una historia de amor entre la que será la pareja más memorable de la literatura criminal.

http://www.serielarsson.com/libro.php

Datos del autor:

Stieg Larsson (Suecia, 1954-2004) falleció inesperada y trágicamente de un ataque al corazón, días después de entregar a su editor el tercer volumen de la trilogía Millennium y poco antes de ver publicado el primero.
Periodista y reportero de guerra muy conocido como experto en los grupos de la extrema derecha antidemocrática, participó a mediados de los ochenta en la fundación del proyecto antiviolencia Stop the Racism, al que siguió en 1995 la Expo Foundation, de cuya revista Expo fue director. Luchador plenamente comprometido contra todo tipo de violencia, escribió varios libros de investigación periodística acerca de los grupos nazis de su país y de las oscuras conexiones entre la extrema derecha y el poder político y financiero.
Gran lector y entusiasta del género negro y la ciencia ficción, escribía sus novelas por las noches, prácticamente en secreto.
La publicación del primer volumen de la serie Millennium, Los hombres que no amaban a las mujeres, ha supuesto un verdadero fenómeno editorial en Suecia, repetido luego en los países nórdicos, Gran Bretaña, Francia y España, donde se han vendido millones de ejemplares.
Lectores de todo el mundo recomiendan una obra que ha generado una extraordinaria adicción y que ha sido saludada como una obra maestra, la novela de la década.

Entrevista a Stieg Larsson:

27 de octubre de 2004:
 
Ésta es la primera -y última- entrevista con Stieg Larsson, con motivo de su primera aparición como escritor de novela negra. La llevó a cabo Lasse Winkler el 27 de octubre de 2004, y se publicó en el número 18/04 de Svensk Bokhandel.
Stieg Larsson es uno de los fundadores de Expo:
Expo es una fundación de investigación privada con una estructura simple dedicada a la defensa de la democracia y la libertad de expresión contra los movimientos racistas, antisemitas, de ultraderecha y totalitarios de la sociedad. No está vinculada a ningún partido político. Un amplio y variado espectro de gente trabaja para Expo, desde jóvenes conservadores a comunistas reformados; todos deben dejar a un lado su bagaje político cuando llegan a Expo.
Sobre su trabajo en Expo y las amenazas recibidas:
Empezamos en 1995 cuando siete personas fueron asesinadas por nazis. Desde el principio, los que participábamos en la revista éramos jóvenes quemados por la presión de trabajar en exceso durant un año y medio o dos. Yo trabajaba por las noches para intentar que todo siguiera funcionando. No recibíamos ningún tipo de apoyo de la sociedad, y en 1998 la revista se vino abajo. En esos tiempos había de tres a cinco personas en el consejo y se nos encargó la tarea de reconstruir toda la actividad y de pagar todas las deudas. Nos reorganizamos con una nueva gestión en el año 2001.
En algunas ocasiones he recibido amenazas. Pero eso le ocurre a cualquiera que se dedique a escribir ese tipo de cosas. Las amenazas llegan inevitablemente. Puede suceder incluso con los textos más "inocentes". Si se convierten en algo demasiado serio, llamamos a la policía. Por ejemplo, en 1999 dispararon a Kurdo Baksi a través de la ventana, las acciones vandálicas afectaron a los ejemplares impresos y los distribuidores de Expo recibieron varios ataques. Pero no creo que hayamos tenido que llamar a la policía más de tres veces.
Este otoño, Stieg Larsson debutará como escritor con el primer libro de la serie Millennium sobre la pareja Mikael Blomkvist/Lisbeth Salander. El título del primer libro es Los hombres que no amaban a las mujeres.
Sobre la serie Millennium:
Empecé a escribir en el año 2001. Escribía libros por diversión. Era algo que tenía en mente desde los años noventa. Kenneth A. de TT [la agencia de noticias central de Suecia] y yo estábamos sentados con los brazos cruzados cuando empecé a escribir un texto sobre los viejos Hernández y Fernández de Tintín. Fue muy divertido, y estuvimos discutiendo acerca de cómo escribir sobre ellos ahora que con cuarenta y cinco años se enfrentaban a su último misterio. De ahí es de dónde surgió la idea, pero al final acabó siendo otra cosa.
En lugar de eso tomé a Pippi Langstrump. Pensé: "¿Qué aspecto tendría actualmente? ¿Qué tipo de adulta sería? ¿Cómo la calificarían? ¿Una sociópata? ¿Una autista? Tiene una visión de la sociedad distinta de la de los demás. (O, visto de otro modo, no observa la sociedad del mismo modo que el resto de la gente.)". La convertí en Lisbeth Salander, de veinticinco años, una chica que se siente como una extraterrestre entre la gente. No conoce a nadie ni tiene capacidades sociales en absoluto.
Luego necesitaba a alguien como contrapunto. Acabó siendo Mikael Kalle Blomkvist, un periodista de cuarenta y cinco años. Un tipo trabajador, competente, buena persona, que trabaja en su propia revista, llamada Millennium. La acción transcurre alrededor de la oficina de la revista, pero también alrededor de Lisbeth Salander, que parece que carezca de vida propia.
Hay muchas personas implicadas, un amplio abanico social. Trabajo con tres grupos distintos. Uno que se mueve en el entorno de la revista Millennium, que tiene seis empleados. Los caracteres secundarios no se limitan a participar en la escena para decir algo; su manera de actuar influye en la trama. No se trata de un universo cerrado. Luego está la gente de Milton Security, una empresa de seguridad privada con un croata al frente. Y luego está el colectivo de policías: cada uno de ellos también es un protagonista, en cierta manera.
No es hasta el tercer libro cuando se atan todos los cabos y se entiende lo que ha ocurrido. Pero los tres libros son historias autoconclusas. Pero hay algo más. En las novelas de detectives corrientes nunca aparecen las consecuencias de lo que ocurre en las historias del libro siguiente. En la mía sí.
Sobre escribir historias de detectives:
He leído historias de detectives toda mi vida. Cuando trabajaba en TT escribía dos columnas al año, en verano y por Navidad. Hice una lista de las cinco mejores novelas negras hasta entonces. Entre las que destaqué estaban Sara Paretsky, Val McDermid, Elizabeth George, Minette Walters. Casi todos los escritores de novela negra que he encontrado destacables son, por extraño que parezca, escritoras. Sé qué tipo de cosas me han sacado de mis casillas en historias de detectives. A menudo tienen que ver con una o dos personas, pero no suelen describir la sociedad que las rodea.
Escribo muy deprisa. Es fácil escribir historias de detectives. Es mucho más difícil escribir un artículo de cinco mil caracteres, en el que todo tiene que ser correcto al cien por cien. No nos podemos equivocar jamás [en Expo], si lo hiciéramos nos mandarían a alguien para que nos agrediese.
Escribir historias de detectives es escribir literatura ligera, puro entretenimiento. En principio no es como escribir propaganda política o literatura clásica. El género negro, ya se sabe, es una de las formas más populares de entretenimiento que existen. Si además intentas decir algo con ello. bueno, yo lo he intentado, por supuesto.


Es una novela negra que se sitúa en un complicado fraude financiero internacional y el pasado mal enterrado de una rica familia industrial sueca a lo largo del siglo XX. A través de su personaje principal, se refiere al clásico ambiente del género de película de suspense y crimen mientras estilísticamente sigue y mezcla los aspectos de otros subgéneros. Como periodista y redactor de una revista en Estocolmo hasta su muerte, Larsson revela su conocimiento y afición tanto por la novela policíaca inglesa como por la estadounidense. Él declaró que escribió su obra por las tardes después del trabajo para su propio placer. Las ciudades mencionadas son reales, a excepción de Hedestad/Hedeby (si bien existe un sitio arquelógico vikingo-danés, hoy en Alemania, llamado "Hedeby"). La revista Millennium tiene marcados paralelos con el periódico "Expo" en el cual trabajaba Larsson como periodista y redactor (ambos afrontaban serias dificultades financieras y presiones por sus críticas).


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